La telefonía móvil con banda ancha no es un tema del futuro. Las tecnologías 3G (Tercera Generación), que permiten la transmisión de voz y datos a alta velocidad, no son un juego para los niños, ni un trofeo más para los coleccionistas de gadgets. Por el contrario, representan una poderosa herramienta de trabajo que puede optimizar la productividad de las empresas, mejorando los tiempos de respuesta y desempeño de sus empleados, lo que redunda positivamente en las economías nacionales.
“Mundialmente se tiende a lograr la conectividad en ámbitos tan distintos como el hogar, los vehículos, dispositivos GPS para mascotas, ciudades digitales, etc. En este nuevo escenario, la telefonía móvil de tercera generación, tiene un rol fundamental. En la medida que se tomen decisiones que consideren a estos servicios como una herramienta clave de desarrollo, la población y, por tanto, la economía de los países podrán beneficiarse oportunamente de los servicios que hoy aparecen como novedosos, pero que en un corto tiempo podrían hacer la diferencia en la evolución y desempeño de una economía nacional”, precisó Juan Carlos Jil, Director Ejecutivo de GSM LA, asociación internacional dedicada a promover el desarrollo e implementación de la tecnología Global System Mobile (GSM) y su evolución en América Latina y el Caribe.
Como ejemplo de los avances que permiten las tecnologías de tercera generación, Jil hace referencia al apoyo de GSM a la iniciativa de Data Centre del programa MTN@ccess project, que desde 2006 viene instalando cibercafés en pueblos cercanos a Johannesburgo, África del Sur. La iniciativa permitió el acceso de la comunidad a los servicios de banda ancha a través de cibercafés, conectados mediante HSDPA en lugares donde no existía posibilidad alguna de contar con cableado para instalar redes. En el pueblo de Alexandría, por ejemplo, no sólo se beneficiaron los usuarios, sino también el pequeño empresario dueño del cibercafé y socio del proyecto, quien debido a la demanda generada, debió adquirir más equipos para satisfacer a sus clientes.
Otra experiencia destacada por el ejecutivo de GSM, es la de MAXIS en Malasia, operador que ha podido entregar a su clientes servicios de banda ancha a través de HSDPA , permitiendo mayor conectividad a los hogares y generando una oportunidad de mercado para la compañía proveedora del servicio. Pese a los beneficios que presenta 3G, la migración a esta tecnología en América Latina, salvo algunas excepciones, ha mostrado un lento desarrollo. Esto, de acuerdo a estudios de GSM Latin America, radica tanto en razones basadas en los usuarios como en los operadores y los involucrados en la toma de decisiones a nivel estatal. En lo referente a los usuarios mientras en otras regiones se registra una decidida migración de 2.5G a 3G, y los usuarios utilizan los servicios de transmisión de datos, voz y teleconferencias, en América Latina en torno al 90 por ciento de los servicios se reducen sólo a SMS.
En Brasil, el 51 por ciento de los usuarios ni siquiera ocupa los servicios de mensajería instantánea. Respecto de las empresas de comunicaciones, el Ingreso Medio por Usuario (ARPU, en sus siglas en inglés), en los últimos 5 años se ha mantenido bajo los 15 dólares. Además los servicios de datos como porcentaje del total de ingresos constituyen en promedio alrededor del 10 por ciento, guarismos que suelen desalentar o frenar las iniciativas tendientes a migrar decididamente a 3G. Los organismos encargados de tomar decisiones han dilatado sus definiciones respecto de este tema. Una de las decisiones críticas que deberán enfrentar será identificar los espectros de frecuencia que soporten la demanda futura de los servicios disponibles con 3G. Además, en algunos países, pese a que la telefonía móvil ha sido un puntal para los microempresarios y algunos sectores productivos, sigue siendo considerada como un servicio suntuario y no básico.
Tras evaluar el escenario latinoamericano que se presenta para 3G, Juan Carlos Jil, Director ejecutivo de GSM LA, explicó que existen tres factores que son claves para lograr que los usuarios y las economías de la región se beneficien de las tecnologías 3GSM, que considera HSPA. “En primer lugar es necesario educar a los usuarios respecto de los servicios, lo que implica un reto educativo para los proveedores del servicio. Es imprescindible, también, contar con facilidades e incentivos para la implementación de redes y desarrollo de servicios. Esto implica mecanismos que incentiven la inversión de capital, correctos esquemas impositivos y limitar la burocracia en torno a la instalación de infraestructura para redes. El tercer factor tiene que ver con la planificación de las asignaciones de espectro de frecuencia para cubrir necesidades actuales y futuras de los servicios”, precisó.
“Mundialmente se tiende a lograr la conectividad en ámbitos tan distintos como el hogar, los vehículos, dispositivos GPS para mascotas, ciudades digitales, etc. En este nuevo escenario, la telefonía móvil de tercera generación, tiene un rol fundamental. En la medida que se tomen decisiones que consideren a estos servicios como una herramienta clave de desarrollo, la población y, por tanto, la economía de los países podrán beneficiarse oportunamente de los servicios que hoy aparecen como novedosos, pero que en un corto tiempo podrían hacer la diferencia en la evolución y desempeño de una economía nacional”, precisó Juan Carlos Jil, Director Ejecutivo de GSM LA, asociación internacional dedicada a promover el desarrollo e implementación de la tecnología Global System Mobile (GSM) y su evolución en América Latina y el Caribe.
Como ejemplo de los avances que permiten las tecnologías de tercera generación, Jil hace referencia al apoyo de GSM a la iniciativa de Data Centre del programa MTN@ccess project, que desde 2006 viene instalando cibercafés en pueblos cercanos a Johannesburgo, África del Sur. La iniciativa permitió el acceso de la comunidad a los servicios de banda ancha a través de cibercafés, conectados mediante HSDPA en lugares donde no existía posibilidad alguna de contar con cableado para instalar redes. En el pueblo de Alexandría, por ejemplo, no sólo se beneficiaron los usuarios, sino también el pequeño empresario dueño del cibercafé y socio del proyecto, quien debido a la demanda generada, debió adquirir más equipos para satisfacer a sus clientes.
Otra experiencia destacada por el ejecutivo de GSM, es la de MAXIS en Malasia, operador que ha podido entregar a su clientes servicios de banda ancha a través de HSDPA , permitiendo mayor conectividad a los hogares y generando una oportunidad de mercado para la compañía proveedora del servicio. Pese a los beneficios que presenta 3G, la migración a esta tecnología en América Latina, salvo algunas excepciones, ha mostrado un lento desarrollo. Esto, de acuerdo a estudios de GSM Latin America, radica tanto en razones basadas en los usuarios como en los operadores y los involucrados en la toma de decisiones a nivel estatal. En lo referente a los usuarios mientras en otras regiones se registra una decidida migración de 2.5G a 3G, y los usuarios utilizan los servicios de transmisión de datos, voz y teleconferencias, en América Latina en torno al 90 por ciento de los servicios se reducen sólo a SMS.
En Brasil, el 51 por ciento de los usuarios ni siquiera ocupa los servicios de mensajería instantánea. Respecto de las empresas de comunicaciones, el Ingreso Medio por Usuario (ARPU, en sus siglas en inglés), en los últimos 5 años se ha mantenido bajo los 15 dólares. Además los servicios de datos como porcentaje del total de ingresos constituyen en promedio alrededor del 10 por ciento, guarismos que suelen desalentar o frenar las iniciativas tendientes a migrar decididamente a 3G. Los organismos encargados de tomar decisiones han dilatado sus definiciones respecto de este tema. Una de las decisiones críticas que deberán enfrentar será identificar los espectros de frecuencia que soporten la demanda futura de los servicios disponibles con 3G. Además, en algunos países, pese a que la telefonía móvil ha sido un puntal para los microempresarios y algunos sectores productivos, sigue siendo considerada como un servicio suntuario y no básico.
Tras evaluar el escenario latinoamericano que se presenta para 3G, Juan Carlos Jil, Director ejecutivo de GSM LA, explicó que existen tres factores que son claves para lograr que los usuarios y las economías de la región se beneficien de las tecnologías 3GSM, que considera HSPA. “En primer lugar es necesario educar a los usuarios respecto de los servicios, lo que implica un reto educativo para los proveedores del servicio. Es imprescindible, también, contar con facilidades e incentivos para la implementación de redes y desarrollo de servicios. Esto implica mecanismos que incentiven la inversión de capital, correctos esquemas impositivos y limitar la burocracia en torno a la instalación de infraestructura para redes. El tercer factor tiene que ver con la planificación de las asignaciones de espectro de frecuencia para cubrir necesidades actuales y futuras de los servicios”, precisó.